16 de febrero de 2010

Poemas Varios

AMAR- MAR

Vértigo al contacto
con el mar sanguíneo de tu piel,
tan parecido al subir y bajar
de la espuma, al roce de tus muslos
semejantes a las dunas marinas.
Donde el delfín se adentra,

hacia el interior de la grieta
donde la corriente del placer
hace explosión,
en continuos gemidos
y cantos de sirenas.
Ahí donde el sol traspasa
el umbral de la fantasía
perdiéndose en la profundidad
en la ingravidez del cosmos.
Huelo el contorno de tu corazón
y habito en los pequeños y grandes
acantilados, aferrando mis ansias
cual liquen en medio del huracán,
teniendo entre mis piernas,

al sol,
y a la luna
cautivos.

HOY

Me inunda un vacío
aterrador es como un desierto
con arena dorada y viento frío
que cala mis huesos.
No quiero llorar
no quiero sufrir,
necesito poner fin
a esta melancolía.
Hoy la sacaré de una vez
como un leñador que corta
de tajo un árbol
no sentiré lastima
por el pasado.

Hoy vivir
y dejaré
mi letargo de años.

DEL APARADOR A TU CORAZÓN
a Carlos Fuentes

Porque el sol
también tiene hambre,
como el que transita
con tiempo y sin tiempo.
Por el aparador,
buscando y encontrando
sueños de palabras,

en el vapor de trenes,
de alientos de vida
y vahos de olvido.
Guardados en los resquicios
de alguna puerta, al subir y bajar
a una ciudad con el agua hasta el cuello,
con los nervios destrozados
por el ruido de motores y furia contenida,
con el vaivén lento de sus anhelos al son de un danzón,
y en la brevedad de un sol que extingue la historia.
Historia de ecos, de sinfonolas, de organilleros y pianolas;
de los miles de hombres que sueñan,
que todo es un sueño,
y al despertar agonizan con el futuro
y no viven el presente;
qué le vamos hacer a esta ciudad villana
de cielo y polvo

esculpido en la región
más transparente del corazón.

LA PREGUNTA
A Rosario Castellanos

No me preguntes
por qué te quiero,
porque no sabría responder.
Sólo con caricias perdidas
en tu piel
de agua marina.
No me preguntes...
cuándo inicio esta locura,
porque en tus labios
se encuentra la respuesta.

EPITAFIO

Vine y me fui
como el viento,
que se cuela
en las copas
de los árboles,
haciendo eco
en los valles.
Avivando el éxtasis
de los recuerdos.
Vine y me fui
como la arena
el agua
que se resbala
entre los dedos.

GENESIS
a Jaime Sabines

Se desahogan como flor en otoño,
con el cálido aliento de la memoria,
sensaciones mágicas en el interior
de sus génesis.
Entrega perpetua de la creación,
raíces en la tierra de los amorosos
que se miran para no olvidarse
y grabar en el alma el tatuaje
de su encuentro,
para que no sean
fragilidad de viento sus palabras.

RAZONES
a R.H.G.

Amo tus canas
Y las ganas de amarme
Cuando tus ojos
Tus cejas
Preguntan ¿por qué?
Tu nariz frente a la mía,
Tu boca explorándome,
Tu lengua ávida
De hallarme dispuesta
Para el ensueño.
Amo tu cuello que se mece
Cual palmera,
Para decirle al caracol de tu oído,
Cuanto me gustan tus palabras.
Amo tu pecho porque guarda
Ese corazón que grita mi nombre;
tu ombligo es el centro del universo.
Amo tus caderas
Muslos y rodillas
Que se doblan
Para hacer una oración en mí.
Amo esos pies
Que son un ramillete
Y esa espalda la curvatura
De una gaviota.
Amo la textura de tu piel
Que me envuelve
Del frío aliento
De la soledad;
Amo, amo irremediablemente
Tu pasión.

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